sábado, 25 de julio de 2015

BALADA DEL HOMBRE GRIS

     Tú, hombre gris, sin trabajo. Abandonado por tu familia y por tus sueños.
     Te enseñaron que tu valor era tu sueldo, el oro que cupiera en tus bolsillos. Te mintieron.
     Tú, hombre gris, que llegaste a creerte sin derecho a una caricia gratis y dejaste de buscarlas, de pedirlas, por ello.
     Que renunciaste a jugar con tus hijos por creerte un mal ejemplo si con las manos vacías te acercabas a sus juegos.
     Te mentiste y te mintieron.
     Tú, hombre gris, has olvidado que eres y fuiste un niño risueño, cuando un abrazo tuyo era un regalo del Cielo, cuando una de tus palabras y tu mano sobre un hombro conformaban un consuelo.
     Tú, hombre gris, tu color permite que los demás resaltemos, que nos sintamos especiales, que encontremos la fe en tu ejemplo.
     Hombre gris, que te crees sin valor por no haber tocado el cielo y olvidaste que tus méritos son las veces que te levantas del suelo.

2 comentarios:

  1. Es un gusto leerte porque escribes con el alma amigo y eso es maravilloso!

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  2. Es verdad que se escribe por una fuerza interior que seguramente precede a nuestro nacimiento, pero la vida es una expresión y el círculo espiritual no se cerraría sin un corazón receptivo al otro lado con la suficiente sensibilidad para completarlo.

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