miércoles, 22 de julio de 2015

LEVÁNTATE Y ANDA

Levántate y anda, madre sin hijo. Amamántame a mí con tu fortaleza cotidiana, pues estoy huérfano de esperanza.  Levántate y anda, padre sin casa, demuéstrame que tu hogar no es de ladrillos sino de amor compartido y tus literas, sueños de abrazos perdidos. Levántate y anda, hombre sin trabajo, enséñame cómo se busca lo que con los ojos no se ha visto. Levántate y anda, ser inválido, muéstrame por qué mis piernas han olvidado su destino. Levántate y anda, tú, al que llaman "retrasado" y enséñame cómo trazas a mano alzada y a la perfección un abrazo. Levantaos y caminad, lisiados,  heridos por la vida y un dios que os ha olvidado. Levantaos y andad, porque el Dios que lleváis dentro es el que yo necesito para volver a creer en los milagros.

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